Diarios

Note to self: Let shit go!

Le pido perdón a la soledad por traicionarla en calculadas ocasiones cuando mi espíritu la necesitaba, cambiándola por un cuerpo tibio que a veces me dejaba el alma helada. Le pido perdón a mi sangre, por los malos ratos, por los juicios y las contradicciones del último año, a mis padres mil perdones no alcanzan por abrazar el caos del que me advirtieron.

Al hombre de ensueño que me amó tanto que en agradecimiento jugué a quererlo, pensando torpemente que se puede amar con la cabeza. No podía cocinarnos toda la vida una hermosa mentira. Espero estar ya perdonada, tal vez a estas alturas sabrá que lo puse en un banco lejos del infierno.

Perdón a la mujeres que alguna vez convertí en rivales, sin pensar que son mujeres como yo con sueños y complejos, con dudas y deseos, y el doble de perdones para aquellas que estúpidamente creí vencer, cuando vencer solo es significativo para el ego si no engrandece a nadie más que a tu persona.

 Le pido perdón a mis manos por no explotarlas lo suficiente, le pido perdón a mi cuerpo por mis modas absurdas y no saciarlo cuando tuvo hambre, por dejar que la opinión de la sociedad tratara de modificarme. Me pido perdón a mí misma por ser amiga de la vanidad, me perdono por dejar pasar la belleza de demasiados soles y demasiadas lunas.

Me perdono, por las mentiras que me dije, por las ideas que enterré.

Perdono al hombre que hace unas semanas puso una pistola en mi cuello y en una balanza mi vida y unos pesos, lo perdono porque lo compadezco, para tener un espíritu vil se necesita ser un cobarde, además atracos por la espalda los he sufrido peores y de caras conocidas.

Nada nos define como humanos como la manera de vernos a nosotros mismos. Perdonar solo es un acto de valentía, como las veces que salimos del pozo y besamos la mano del brazo que nos asistió, son las que realmente cuentan cuando alguien pregunta por nuestras victorias. Porque las almas valiosas tal vez no son las transparentes sin error o herida alguna, requiero a “tal vez” porque con tanta reminiscencia no estoy segura de nada, pero tal vez sean esas que saben atravesar el fuego y bailar en las cenizas.

 Ps: Pido perdón porque es año bisiesto, quién sabe cuándo volveré a hacerlo.

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