Diarios

You should be with someone who can make you laugh more often.

«Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.» Nunca entendí realmente esta frase hasta que te encontré. Yo que no te busque ni te pedí jamas, yo que caminaba tranquila y completa sin conocerte porque una relación rutinaria y sencilla era más de lo que podía pedir para tener mi corazón en buen estado. Y ahí estabas tú, en ese bar repleto de una multitud con sonrisas transitorias, viéndome con ojos seductores y labios amigables. Estabas ahí parado fingiendo escucharme. Siendo el divino ejemplo de como a veces el futuro viene y te pega una cachetada que se siente como un beso bien dado.
Y así de simple y en resumidas cuentas es como empece a creer en el amor bonito de ese que idiotiza.
Pero lo perfecto dura un respiro, y la realidad que es una chica practica, paso a saludar.

Días atrás mientras esperaba por una amiga ,un agradable desconocido me dejo en la mesa a lado de mi desayuno un papel que decía: You should be with someone who can make you laugh more often. Curioso porque hasta donde recuerdo solo reí una vez.

Y te lo dije, al día siguiente por la mañana, textualmente te pedí que me hicieras reír más, Adivinas que no pasó, o no estaría escribiendo estas letras. Después de eso me conformaba con que me hablaras un poco más, con ver tu cara una vez por semana y aguantaba bromas pesadas de mi familia sobre cómo mi humor se volvía perfecto cuando teníamos un buen día.
Hoy con el café de la mañana escucho la música mexicana que te hubiera encantando verme bailar y Juan Gabriel a dueto con Joy me están haciendo rellenar mi taza de café con otro liquido menos denso y mas transparente.

PS: Te dejo la carta que preferí no enviar.  Te la dejo en español porque no pretendo que me entiendas. ‘Hola flaco, hoy mientras mi café se helaba me quede pensando en el primer individuo que tuvo que recurrir a la frase: «los cambios siempre son buenos» no sólo era inteligente, también muy valiente no lo crees ? » y tu llegaste, con la sonrisa a medias y un gesto arrugado por el sol en tu cara, en ese parque de Rembrandt hablando de una escultura que como adivinas no puedo recordar. No tenias que amarme mas o mejor, no tenias que ser valiente y cambiar tu vida. Yo podía serlo por los dos. Creo que sólo necesitaba de ti lo que ese extraño del párrafo inicial sugirió.
En fin, podría hacer de esta una carta muy larga pero sabes a la perfección lo que siento y lo que dirían esas letras, así que seré breve; Si me fui primero es porque no soportaría verte partir.’

Deja un comentario