A la habitación frontal en la calle Kimbark con número 10409 en una ciudad pequeña del estado de California: Gracias por el hospedaje, me fui a ser más feliz, no sé cuando regreso.
Lanzó un suspiro mientras observo callada esta habitación vacía. Me reacomodo sin ganas en el colchón que fue separado de sus fundas y cojines, ahora los fantasmas que se quedan bailan enfrente de un espejo donde alcanzó a ver mi silueta y mi rostro con el ceño fruncido. Un cuarto que meses atrás mostraba de vez en cuando ropa interior esparcida por un piso de madera, con olor siempre a vela de temporada. A ese cuarto lo adornaban un mundo de vestidos y plantitas artificiales, zapatos y lucecitas románticas, lleno, pero con una inquilina muy vacía la mayoría del tiempo. Si esas paredes hablaran, les contarían historias de bailes muy ridículos, de risas en la madrugada, de ayunos provocados por crudas casi mortales, de esas que te dejan el cuerpo adolorido y el alma contenta. Ya siendo un poco más sincero y con un poco de confianza, hablaría de cómo me vio castigarme a mí misma, de tazas que se amontonaban, de inundaciones por todas las veces que me vio llorar cantando canciones de cuna hasta quedarme dormida. No estoy segura si les contaría de ese amante que nunca llego, y que por esperar pacientemente, jamás esa puerta dejo entrar otro par de pantalones masculinos. Ahora ese cuarto está vacío, pero lo deja una mujer mucho más llena que la que llegó. Una un poco más desordenada pero más feliz.
Cada vez que cierro las valijas, sin importar el motivo o el destino a donde me dirijo, tengo la fortuna de saborear en mis labios lo agridulce de las despedidas. Se lee mas fácil de lo que se escribe; juro que me temblaban las manos cuando tire las flores marchitas que con mucho entusiasmo colgué a un ladito de mi cama por tanto tiempo. Pero hay que serle muy fiel al futuro porque el pasado es casi todo el tiempo un buen amante traicionero. Aquí tirada y exhausta, mientras contempló mi pequeño templo, comprendo que sacar la basura es decir; ¡Bienvenido destino, ya te hice espacio!
PS: Hola Barcelona!
