¿A dónde te fuiste dolor?
me dejaste sola con la alegría,
sola con mis ganas y mi renacimiento.
Me dejaste sola con el esfuerzo,
el aliento y sin el desasosiego.
¿A dónde te fuiste dolor?
Fiel compañero de toda una vida,
aquí estoy sin ti, con el triunfo a cuestas,
y a cuestas el miedo a ese enemigo tuyo que llamamos cambio.
¿A dónde te fuiste dolor?
No me malentiendas,
me emociona tu ausencia,
donde encuentro sensatez
y consuelo en mis rincones.
Me despido contenta,
brindando con la risa,
deshecha en un baile,
Hasta luego dolor,
Dejémoslo en un hasta luego.
