Fé en Febrero
Hay un hombre por el que bailarías desnuda, despacio y en ritmo para hipnotizarlo, o torpe y ridículamente solo para hacerlo sonreír. Siempre hay un hombre por el que madrugarías todos los días a preparar el desayuno y dejarle claro justo al comenzar la mañana, que tú eres su lugar seguro. Un hombre por el que te… Sigue leyendo Fé en Febrero
